Riosucio ubicado en el noroccidente del departamento de Caldas, limitado por los municipios de Supía al Norte, Anserma al Sur y por el Departamento de Risaralda al Occidente.. CONTACTENOS: carnavalriosuciocds@gmail.com
jueves, 8 de enero de 2009
RIOSUCIO
Riosucio Caldas, es una ciudad blasonada que brinda múltiples aspectos culturales, históricos, étnicos, atrayentes, turísticos y paisajísticos para quien le visite o desee conocer sus entrañas de progreso.Su identidad bromatológica se pasea entre nombres de arte verdadero: Chiquichoques o Nalgas de ángel, bizcochuelos, hojaldras, estacas de mote, hogagatos o envueltos…Sin faltar sus tradicionales cenas envueltas en hojas de biao.Sus tradiciones ancestrales palpitan con fuerza en sus zonas folclóricas: La Montaña, Cañamomo-Lomaprieta, El Oro, Ibá, Quiebralomo, San Lorenzo, Escopetera y Pirsa, donde las danzas, la música y los sainetes son amos y señores. Allí mismo se recoge el café por hermosas chapoleras y se muele la caña para transformarla en panela. La alfarería, sombrerería, cestería, talla en madera y tejidos de fique comparten con la minería y el barequeo el diario acontecer de sus pobladores.El guarapo es la bebida típica del riosuceño y el cómplice en serenatas y celebraciones.Su religiosidad palpitante y de corazón, está en sus fiestas tradicionales: Nuestra Señora de la Candelaria donde la parte devocional y festiva se mezclan maravillosamente; el Santo Patrono San Sebastián que el 20 de Enero reúne en solemnes procesiones el espíritu de oración y súplica; Nuestra Señora de las Mercedes cuya imagen traída desde España comparte con Nuestra Señora de Chiquinquirá afectos nacidos desde el alma. Y ante todo, su Semana Santa con cofradías, “pasos”, jornadas de penitencia y su descurrir por calles amorosas que sirven de escenario propicio a esta tradición centenaria.La danza constituye en Riosucio el testimonio raizal de un legado testamentario. Acompañada por bandolas, tiples, guitarras, caránganos, redoblantes, maracas y flautas, los bailes de “Las flores”, “Los Monos”, “La caña”, “El gallinazo” y muchos más muestran entre bambucos, torbellinos o pasillos la vitalidad y alegría de una raza privilegiada y amorosa.Su literatura es pródiga en frutos que envuelven el espíritu en dimensiones sublimes. Escritores y poetas se han referido a diferentes temas y en sus estilos y géneros hacen brillar matices de un valor incalculable.Para dar rienda suelta a la imaginativa tradicional, Riosucio muestra leyendas engastadas en el alma: “La culebra de siete cabezas” “La leyenda del Cerro Ingrumá”, “Bermúdez y Velásquez”, “El velorio del angelito”. Y al pie de ellas, sus espantos ya desterrados por la presencia de la luz eléctrica: El toque de campana, La vieja de la colcha, La taconera, La niña de la primera comunión, El viejo del costal, La barbacoa…El Encuentro de la Palabra nació en el año de 1983 gracias al sueño de un grupo de escritores, poetas, artistas y periodistas para estimular las artes y exaltar la creación intelectual, periodística y teatral. En cada Agosto (el mismo mes de la fundación de Riosucio) se realiza esta cita con la intelectualidad.Su Carnaval, valioso por su riqueza ancestral, es la cita que a cada dos años Riosucio extiende a Colombia. Un porfolio de colores, músicas, danzas. arte, picardía y poesía se toma a la ciudad y sus campos en un acontecimiento que hoy es Patrimonio Cultural de la Nación. Este es el Carnaval de la Palabra como bien lo llama Oscar Alberto Velasco y llena con su alegría todos los espacios. Las Plazas de San Sebastián y La Candelaria y las casas cuadrilleras son el escenario natural de este orgullo de Colombia.Riosucio, con su trazado de villa francesa y con sus maravillas, es el balcón lleno de paisajes, caminos de herradura y arriería, trapiches, iglesitas humildes y cerros tutelares vigilados por El Ingrumá, que espera al visitante para regalarle todo su encanto y dejarle en el alma el tatuaje permanente de sus recuerdos.
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